William DuVall y su primer recuerdo de discriminación racial

 El sitio Consequence Of Sound publicó hace unos días atrás una nota, recogiendo los recuerdos de diferentes artistas de la escena rock y metal, que se referían a sus primeras experiencias como víctimas del racismo. Son poderosas y dolorosas memorias que compartieron Skin de Skunk Anansie; Manuel Gagneux de Zeal & Ardor; AJ Channer de Fire From the Gods; Militia Vox de Judas Priestess; Rasheed Thomas y Elias Soriano de Nonpoint; Cammie Gilbert de Oceans of Slumber; Vincent Dennis (aka Vincent Price) de Body Count; y William DuVall de Alice in Chains.


Este es un llamado de atención, para denunciar una vez más las injusticias que aun se viven en la actualidad. El racismo es real. Y el mundo vuelve a alzar la voz, a propósito de la muerte de George Floyd y el movimiento Black Lives Matter.

Esta es la experiencia que William DuVall compartió:

"Fue en un McDonalds en 1972. Estaba en el jardín infantil asistiendo a una escuela para blancos en Annandale, Virginia, a unas 30 millas de Washington DC. Mi madre había sido maestra de primaria en el sistema de escuelas públicas de D.C. Ella había sido testigo con sus propios ojos de las barreras sistémicas que habían para obtener los recursos que se necesitaban para la población estudiantil mayoritariamente negra, incluso cosas básicas como los libros de texto escolar. Ella quería algo mejor para mí, así que me metió en esta escuela privada en Annandale.

Mi madre estaba yendo a la escuela de Derecho en ese momento y cuando no estaba en clase, estaba trabajando en trabajos adicionales para llegar a fin de mes. Entonces, mi abuela se jubiló anticipadamente de su propio trabajo para llevarme a la escuela todos los días y mantenerme después. Era un viaje largo todos los días para un niño pequeño, especialmente en el tráfico en la hora peak de la tarde, por lo que una de mis cosas favoritas era parar en el McDonalds que estaba cerca de la escuela para comprar papas fritas antes de conducir a casa.

Un día, estaba sentado esperando a que mi abuela volviera del mostrador de pedidos con la comida. Y un niño de mi edad en el siguiente stand se paró en su banquillo para poder hablar conmigo. Él simplemente comienza a explicarme que él era mejor que yo, porque era él blanco y yo negro y así fue exactamente.

Lo que es notable para mí ahora, al mirar hacia atrás era la realidad de todo. Simplemente él estaba estableciendo las leyes de la existencia tal como las vio, o, más concretamente, como las vieron sus padres porque ese niño tenía mi edad, 5 años. Simplemente estaba repitiendo lo que le enseñaban en casa, continuando con la tradición. La banalidad del mal. Al igual que ese policía con su rodilla 'descansando casualmente' en el cuello de George Floyd.

Ese despliegue grotesco de maldad comienza con un millón de males casuales antes, como el encuentro entre yo y ese otro niño que espera nuestras papas fritas. Con eso vivimos todos los días. Eso es contra lo que estamos luchando. Mi abuela fue la mujer más dulce y amable que he conocido en mi vida. Puedo contar con una mano la cantidad de veces que la vi realmente enojarse. Ese día en McDonald's, cuando regresó del mostrador y escuchó lo que ese niño me decía, fue una de esas ocasiones."

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